Es el jugador que más pesa dentro de la cancha. Como ajedrecista que observa sus piezas, Daniel Badislav se encarga de ser el referente dentro de la cancha. Cuando es necesario pedir ecuanimidad, es el primero en alzar la voz para que el disturbio de sus compañeros se convierta en un susurro; cuando hace falta que alguien dé instrucciones sobre el campo, mueve las manos como maestro de ópera para que la sinfonía con la pelota se produzca.
Aunque reconoce que pesar 130 kilos lo tiene lejos de cumplir su sueño de resguardar la portería del Rapid de Bucarest, Badislav disfruta el liderazgo en el Ciorogaria, equipo de la cuarta división de su país.
Su nombre ha cobrado notoriedad a partir de la categoría que mostró para impedir que su equipo se enfrascara en una pelea con su contrincante. Su aparición devolvió la normalidad sobre el rectángulo verde y ratificó que el futbol es el más plural de los deportes.